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"La Gioconda" - el sistema de las paradojas en la creación de Leonardo da Vinci.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

                                                                                                                                                                 

Evgeny Sinitsyn, Olesia Sinitsyna

El misterio de la creación de los genios. Rusia, Novosibirsk, 2004

Los factores de la originalidad en el arte

 

Sin elaborar la manera especial y el estilo, no es posible expresar las ideas en la forma original, y sin originalidad - no hay el genio. En el libro «la Genialidad y la locura» C. Lambrozo lleva algunos puntos de vista a este rasgo distintivo del genio. Lambrozo escribe que la originalidad es aquella cualidad que distingue agudamente el genio de la persona talentosa … la Fantasía de una persona talentosa reproduce lo que ya alguien había encontrado, y la fantasía del genio - completamente nuevo. La primera hace los descubrimientos los confirma, segunda inventa y crea. La persona talentosa es el tirador que da en el blanco que nos parece casi no accesible; el genio da en el blanco que incluso no podemos ver.

¿Cómo estimar la obra? Solamente la inmortalidad puede responder a esta pregunta. Es imposible enumerar todas las fuentes de la originalidad, como es imposible tener en cuenta todos los momentos de que depende la creación de los genios, pero es posible intentar repartir una serie de los factores principales que son necesarios para creación (creatividad).

Dieciocho factores generalizados de la creatividad crean las premisas para el surgimiento del don de la genialidad. La persona que no tiene tales factores generalizados de la genialidad, no creará la obra inmortal. Pero si la persona dotada tiene todas cualidades necesarias que son propias para el genio, en este contexto hay un problema excepcionalmente importante e interesante: repartir aquellos rasgos individuales de una persona que ejercen la influencia sobre el estilo de la creación; tales rasgos de una persona que se puede nombrar fuentes de la originalidad.

 De Gioconda hacia «El retrato de Dorian Gray»

En el tipo generalizado de una persona hay unos ejes de los factores que son las condiciones necesarias para la manifestación de la genialidad. Si algunos de los factores faltan, en el caso rarísimo tal persona puede crear la obra inmortal. Si hay unos factores generalizados de la genialidad (todos están presentes), no los bastante para la creación, puesto que son necesarios todavía ciertos los factores expresados o casi únicos en suya combinación para que la creación adquiera la coloración original. Si no hay síntesis de tales factores, lo más probable, esto será la vía de la imitación. Así, la primera fuente de la originalidad en la creación son tales valores de las aportaciones de los factores (rasgos) generalizados de una persona en concordancia con que, el vector de los factores cae en la región de la genialidad Q.

En relación a la manera de plantear la cuestión sobre la existencia de la región de la genialidad, hay otra pregunta de la importancia extraordinaria: ¿que significa la proximidad o la distinción aguda de dos vectores en el campo de la genialidad Q, cada uno de que representa las aportaciones comunes generalizadas de los factores significativos de la persona del genio? Recurriremos a la ayuda de los razonamientos formales matemáticos, al demostrar que la diferencia de las aportaciones de los factores mentales da a luz el estilo original de la creación. Realmente, ya que hemos introducido la representación del sistema mental de una persona a través de la posición del vector r en el espacio de todos los factores posibles que son necesarios para la característica de las cualidades creadoras de esta persona, resulta de aquí una consecuencia.

La coincidencia de las posiciones, por ejemplo, dos vectores r1 y r2 dice que por completo por la cantidad coinciden las proyecciones que corresponden de estos vectores por los ejes factoriales. Pero si es gradual para un vector comenzar uno de las proyecciones aumentar o reducir (por ejemplo, el factor común de la imaginación y la fantasía), en el resultado éste el vector comenzará a alejarse de la posición anterior. Si de este vector aumentar todavía una proyección (por ejemplo, la novedad) en los ejes del factor de la novedad, la distancia entre el primer vector y segundo comenzará aún más a aumentar. Como resultado de éste incoincidencia de los vectores de los factores que representan el tipo de la persona del genio, mostrará a nosotros que ciertos factores, por ejemplo, a dos pintores serán distintos. Admitimos que un pintor tiene las aportaciones de la imaginación, la fantasía y la novedad es igual 0.7, y el otro pintor tiene las aportaciones de la imaginación y la fantasía es igual 0.855, y la aportación (valor) de la novedad es igual 0.85.

 

los ejemlos de las pinturas

 

Ivan Aivasovsky "Koctebel"

Ivan Aivasovsky "Mar tranquilo"

Ivan Aivasovsky "los Pescadores en la costa del mar"

 

 

 

Kasimir Malevich

suprematism ruso

 

El primer pintor tiene la aportación (valor) de la intuición es igual 0.8, el pintor otro tiene la aportación de la intuición es igual 0.9. ¿Si tiene la diferencia en las aportaciones (valores) de estos tres factores a la influencia (solamente a la influencia) al estilo creador de cada uno de ellos? Probablemente, sí. Sin embargo la distinción en la originalidad de los estilos de la creación depende no sólo de esa distinción en las aportaciones a la mentalidad de esos factores de la genialidad (la imaginación, la fantasía, la aspiración a la superioridad etc.), lo más esencial - esto es cuales rasgos de personalidad distinguen cualquier genio del otro genio por su carácter, por su conducta etc.

Haremos el resumen de estos razonamientos formales y notaremos ciertas leyes. Si designar la distancia entre los vectores (r1 - r2) = d12, en el caso, cuando la distancia d12 entre r1, r2 - es pequeña, a condición de que dos pintores trabajan en una dirección, sus estilos de la creación serán próximos entonces, cuando no bastante la distancia d12 y frente a sus estilos comenzarán a diferenciarse, si en uno predomina más novedad, pero él tiene menos imaginación. Aunque primer e segundo tienen altas las aportaciones de los factores de la genialidad, es decir, no menos 0.8.

Admitimos, dos pintores tendrán mucho rasgos generales, entonces, si comparamos sus creación con el tercer pintor cuyo creación se puede reflejar por el vector r3, los estilos de sus obras pueden diferir esencial. Examinaremos este caso. En la región de la genialidad han caído tres vectores r1, r2, r3 que significa que las aportaciones de todos dieciocho factores de la genialidad caen en el intervalo (0.8,1.0), pero en esta combinación de los factores - los valores de los factores separados al tercer pintor - se conmueven esencial acerca de los valores de las aportaciones a la mentalidad a primeros dos pintores.

Por consiguiente, la combinación de los factores de la genialidad a estos tres pintores es tal que la distancia d12 entre r1, r2 - es pequeña, y la distancia d13 que separa de ellos el tercer vector r3 - importante, por eso obras creadas tendrán, probablemente, los rasgos generales (por la dirección, las ideas) al primer y segundo fundador, pero pueden diferir agudamente de las creaciones tercero.

Aquí el discurso va sobre la revelación solamente sobre primera de las causas que influyen sobre la originalidad del estilo creador de los genios. Cuando analizamos los mecanismos de la creación y los procesos que pasan en algunos bloques del complejo funcional autónomo de una persona, hay un presentimiento intuitivo que en esto no hay íntegra respuesta a la pregunta: ¿cual enlace entre la manifestación visiblemente del carácter, la imagen de los pensamientos y la imagen de vida del creador y el estilo de su obras de hecho la originalidad se crea por el mundo interior único de la personalidad.

Es imposible encontrar a tales genios que tendrían en la infancia el complejo igual de las situaciones vitales, la educación igual y etc.

Las distinciones son tan grandes que los complejos mentales que se han formado en la infancia, ejercen la influencia importante sobre el destino de la persona adulta, la evolución de sus miradas, el estilo y su manera creadora. Por eso la originalidad de las obras de arte en una más grande medida depende no de la desemejanza de los rasgos generalizados de la personalidad, y de las combinaciones distintas de los rasgos expresados de la persona y las combinaciones de los complejos psicológicos.

S. Freud pensaba que la vida del adulto determina por los complejos infantiles y que ellos en mucho determinan los rasgos de la creación del individuo y la originalidad del estilo de su creación. Es evidente que cualquier combinación de los rasgos (la teoría de Raymond Cattell), por ejemplo, tales rasgos: dominancia (dominance), el radicalismo, el espíritu de revolución, la compasión, la inestabilidad emocional etc. crean inevitablemente la originalidad del estilo en la creación. Y si tomar otros rasgos - el equilibrio, el radicalismo moderado, la inclinación a la tristeza, esta combinación da otro estilo. La aportación de los factores individuales a la originalidad de la creación es importante siempre. El mundo interior del genio, sus reacciones insólitas a las señales del medio ambiente traen su parte en la originalidad de la creación.

Ya que cada genio es único por la combinación de los rasgos personales, la presencia en la estructura del carácter de cualesquiera rasgos da el rasgo esencial a la creación. Así, los rasgos personales y todo el complejo mental se dan a conocer de formas diferentes en las creaciones del genio. Por ejemplo, en creación de Byron y de Beethoven estos rasgos personales se han reflejado en el carácter de las ideas y los sentimientos que fueron expresados extremamente intensamente; en creación de Rafael  - en el logro de la armonía absoluta y la belleza en el arte; en creación de Mozart - en la colisión de las imágenes, su contraste y la variedad - de lírico hasta dramático y trágico; en creación de Salvador Dali - en la aspiración a encarnar en el arte la lucha con sí mismo, su conflicto personal interior.

Los rasgos individuales en la combinación son inconfundibles siempre. Su dispersión en los genios puede ser excepcionalmente grande, y por eso sus combinaciones en la distinción aguda, se instalan lejanamente - son los dos polos opuestos. Utilizaremos el criterio matemático. Designaremos a través de r el vector de la originalidad que es vector construido sobre las proyecciones aportaciones de los rasgos individuales significativos de la personalidad y las aportaciones de los complejos psicológicos. Pero incluso entre los factores significativos de la originalidad es un factor predominante entre otros factores.

La creación de la gente con las enfermedades mentales es el ejemplo que impresiona, en su creación es siempre la influencia de tal factor individual. El filósofo alemán y el siquiatra C. Jaspers ha descrito este enlace en la investigación de la creación del escritor sueco A. Strindberg y del pintor holandés V. Van Gogh. Encontramos otro ejemplo de la influencia del factor individual predominante (la locura) - es el estilo creador de M. Vrubel. El pintor escribía el cuadro el «Demonio» en el estado fronterizo próximo a la locura. El estado enfermo de Vrubel fue fuente de sus fantasías. Hablando a la lengua de la psicología de C. Jung, es probable que el pintor en la semi-locura «ha visto» uno de los arquetipos del colectivo inconsciente - de este arquetipo que llevaba por la pluma del poeta M. Lermontov, cuando él escribía su poema el «Demonio». El «Demonio» de Lermontov ha nacido como el arquetipo de la sombra, su segundo «Yo», escondido en las profundidades de la mentalidad, pero que se escapa en la superficie de la conciencia. El señor oscuro del mundo ha surgido como la hypercompensación de los sufrimientos y de la melancolía del poeta. La imagen del Demonio como el doble de la naturaleza humana se hacía para el poeta Alexander Blok como la metáfora para que describa la muerte del poeta M. Lermontov: «Lermontov ascendía a cadena de montañas y, arropando en la capa de la niebla, miraba con la sonrisa del aburrimiento profético a las imágenes del mundo que vuelan junto a sus pies.

Nadaban ante él en la niebla las imágenes más misteriosas y bochornosas: la amante abandonada y todavía hermosa, en la seda negra, en «la antifaz misteriosa fría». Navegando en la niebla, ella veía los sueños sobre él, pero no sobre aquello quién está de pie en la capa sobre la cadena de montañas, y sobre quién en el uniforme de húsar se retuerce el bigote cerca de sus sedas y le cuchichea las palabras melosas. Y el fantasma de la cima con la sonrisa despreciativa le recordaba el amor anterior. Pero la amante y el doble desaparecían … y el Demonio está de pie sobre la escarpa, está eternamente en dulce y el horror apasionado: ¿si florecería un fantasma glacial «por la sonrisa rosado»? En los desfiladeros, cerca de sus pies, el mundo celeste llevaba el juego de cartas apasionado; el mundo pasaba corriendo, obseso, loco, encarnado al sufrimiento. Y él, estando de pie sobre el abismo, no ha encarnado nada nunca y con el aburrimiento profético llevaba en sí uno conocimiento: Sabía que la cabeza … de mi pecho al cadalso no caerá. Sobre la cadena de montañas le encontraba un caso, ¿pero si traicionaría a sí mismo? «En su cara jugaba la sonrisa tranquila y casi alegre... La bala ha abierto el corazón y los pulmones... ¿A quién? Si a aquello, quién miraba de la escarpa a la rueda mundial? ¿O a aquello el doble, quién en el uniforme de húsar, retorciéndose el bigote, pasaba corriendo en los abismos y cuchicheaba las palabras melosas a la mujer en la seda negra?» (8 p. 30).

Cuando la semi-locura adquiere el poder predominante sobre el alma, haciendo en la creación el eje principal que forma del sistema mental, alrededor de este eje de la semi-locura se estratifican otros rasgos de la personalidad del pintor. Y ellos participan en la creación de la obra de arte, cuando transcendence y la inagotabilidad de los sentidos de este obra, no admite ninguna análisis completo de estudio del arte. En el  «Demonio» de Vrubel se han unido dos compensaciones como dos polos de la personalidad y cualquier, quién le mira, ve no sólo la imagen del ángel que sufre en su desesperación y soledad, desgarrado por su poder pernicioso sobre la gente, pero involuntariamente y el estado interno de los dos pintores que han creado del «Demonio». La imagen del Demonio mostraba dos estados cordiales - el estado del poeta Lermontov y el estado del pintor Vrubel en la armonía de las contradicciones de la persona humana - su fuerza y su debilidad.

El otro pintor genial  F.Goya - ha reproducido en sus aguafuertes famosos el estado fronterizo espiritual. La verdad que es escondida de la conciencia e de la razón del pintor, cuando vela, se abre inesperadamente a la razón, cuando, descansando de la censure de la conciencia, él ve el cuadro terrible del mundo. Por eso uno de los aguafuertes se llama «Los sueños de la razón producen monstruos» y en este aguafuerte está encerrada la metáfora profética de Goya sobre la esencia de la sociedad humana.

Goya «Los sueños de la razón producen monstruos»

Los asnos se amontonan sobre las espaldas de las personas atormentadas - como ciertas fuerzas oscuras - «que han ensillado» de las personas que se han cansado llevar su carga insoportable de la vida.

Los aguafuertes de Goya con sus brujas y sus monstruos, con caras descompuestas y cabezas parecidas a la calavera, los asnos que están sentados sobre las espaldas de las personas - el símbolo de las fuerzas misteriosas oscuras de la naturaleza humana y la sociedad humana. Si mirar a los aguafuertes de Goya de la posición de la teoría de los tipos psicológicos, en adecuación con C. G. Jung, en la mentalidad del individuo hay una lucha entre las funciones diferenciadas (fuertes) mentales que se encuentran en la superficie de la conciencia y las funciones débiles, sustituidas en el inconsciente y que están allí en el estado arcaico.

Las funciones fuertes son controladas por la conciencia, las funciones débiles - no son controladas. C. G. Jung pensaba que cada persona vive, funciona y crea en concordancia con el tipo psicológico y las funciones diferenciadas mentales. Estas funciones determinan la vida mental de una persona. Pero las funciones débiles mentales es continuo se oponen (luchan) a las funciones fuertes, por eso la mentalidad del individuo está constantemente en el estado del conflicto. Pero en las condiciones del conflicto interno o externo, las funciones mentales desplazadas pueden salir a la superficie de la conciencia y desplazar (sustituir) las funciones fuertes. Entonces ellos determinan la conducta del individuo. Aparentemente, encontrando en el estado de la crisis profunda interna, Goya ha reproducido los sentimientos inconscientes arcaicos o la intuición en «Caprichos». El arquetipo de la sombra, - pensaba C. G. Jung, - lleva en sí la energía enorme mental; de aquí, aparentemente, resulta una gran fuerza mágica de tales creaciones del genio humano.

La segunda fuente de la originalidad del estilo del genio son las combinaciones de las aportaciones de tales complejos psicológicos que expresan el esplendor de su naturaleza; ellos son los factores predominantes de la reconcentración de la energía mental y dan inevitablemente los rasgos a la creación. Excepto éste, el tipo psicológico de una persona que, tanto como la combinación de los complejos mentales, se hace el elemento esencial en el complejo autónomo creador de una persona y determina una tendencia de la actividad pensadora.

Si dos vectores en el espacio son próximos entre sí, eso significa la igualdad aproximada de las aportaciones de las proyecciones que los forman. Las posiciones de los fines de estos vectores forman dos puntos próximos en el espacio. Si dos vectores son divididos en el espacio vectorial, sus fines se encuentran sobre la distancia relativamente grande uno de otro. Hablando a la matemática, en el espacio matemático multidimensional la originalidad de la obra es expresada en aquello que los vectores de la originalidad se encuentran sobre la distancia grande uno de otro, de otro modo, los puntos que representan el tipo de una personalidad, se encuentran en las partes distintas del espacio. Supondremos que tenemos dos regiones de la genialidad Q y la región de la originalidad Y, es evidente que ellos pueden cruzarse, pero no coincidir. Hablando de la proximidad de los vectores que se encuentran en el campo de la genialidad Q, es posible descubrir que los rasgos de las personas que caen en tal región, serán próximos uno a otro solamente por el tipo generalizado. Pero en una esencialmente más grande región de la originalidad Y que la región de la genialidad Q, la dispersión de los vectores de la originalidad será grande. Pero si hay algunos vectores lejanos individuales de la originalidad que reflejan los rasgos de una persona y los rasgos psicológicos de la gente concreta, esto testimoniará la distinción esencial de sus tipos. Los ejemplos de tales tipos diferentes es las personalidades de tres grandes compositores: Haydn, Mozart y Beethoven. En la psicología individual de A. Adler una de las características básicas de la persona es el estilo de la vida que científico examinaba como el conjunto de los rasgos y los modos de la conducta. Aunque Adler en su teoría no reflexionaba sobre los enlaces del estilo de vida y la creación, un tal enlace es  descubrido con la evidencia. Por eso el destino creador es no siempre aquello que es mandado del cielo, el destino depende casi siempre del estilo general de vida. La desemejanza absoluta de los estilos de vida será siempre una de las fuentes de la originalidad de la creación genial. Se puede descubrir la multitud de confirmaciones de tal idea sobre la influencia del estilo de vida sobre la creación especialmente en arte.

Examinaremos las características breves del estilo de vida a tres compositores: Haydn, Mozart y Beethoven. Es posible repartir diez-doce rasgos generalizados de la personalidad que son iguales para todos esos compositores, pero en otros rasgos que son significativos para el carácter – las cualidades humanas y costumbres – eso eran las personas completamente diferentes. Esto tres genios que tenían los rasgos completamente opuestos, excepto aquellos necesarios rasgos que distinguen en general al genio de no el genio (la imaginación, la espontaneidad, el sentimiento de la belleza, el sentimiento de la novedad y otros factores de la creación).

Richard Wagner en la forma artística y genial ha expresado la distinción de los caracteres y estilos de vida de Haydn, Mozart y Beethoven. Y, en realidad, en su descripción de esos caracteres de tres genios es posible ver una metáfora al estilo de vida de la persona en general, pues estas tres características expresan las encarnaciones máximas de los estilos diferentes de vida de una persona. «Haydn fue y se queda al criado principesco que fue obligado entretener su gran señor por música … Humilde e fiel, él hasta la vejez conservaba el mundo imperturbable de su alma clara e benévola … ». « … la Vida de Mozart, - continúa Wagner, - fue lucha continuo por la existencia pacífica; pero su vida se formaba es tan original que se quedaba siempre ardua … y, al entrar en la edad madura, él comienza desastrosamente a languidecer, yendo al encuentro de la muerte prematura. Para él enseguida había insoportable un servicio musical para un señor reinante: él quiere alimentarse los aplausos del gran público … ». «De una mirada a un joven Beethoven, – escribe Wagner, – fue es bastante que quite el deseo a cada príncipe de hacer su Kapellmeister … Algunos grandes personas han tomado la obligación de abastecer al músico la independencia en el sentido indicado… Él se sentía vencedor, reconociendo que solamente por la  persona libre, él puede servir al mundo … » (16, p. 221).

Por sí mismos - ni el carácter, ni los rasgos de una persona, ni el estilo de vida, ni ellos juntos - nada determinan, pero cuando ellos se unen con el don de la genialidad, estos rasgos son expresados en la creación de cada uno de los compositores. Así, tercero fuente de la originalidad en la creación es posible nombrar la distinción de los estilos de vida.

La cuarta fuente de la originalidad del estilo creador es la distinción del conjunto de las estructuras semánticas que son reproducidas en la memoria del creador (a pesar de toda la riqueza). Este criterio de la originalidad es más ponderable, puesto que las estructuras semánticas que son formadas por el conjunto de los factores significativos internos de una persona - son la base de la capacidad electoral de la conciencia del autor. Eso es la percepción de todas las impresiones del mundo exterior que se desarrollan y son unidos junto con las estructuras internas semánticas, y su síntesis da la obra (como la partitura, el poema, la novela y etc.) como resultado la creación se hace el patrimonio de la humanidad. En otras palabras, todas las impresiones del mundo exterior e interior, transformandose en la conciencia y el inconsciente del autor, salen en el mundo como partituras, poemas, novelas y etc.

La importancia de la distinción de las estructuras semánticas es descubierta incluso junto a la interpretación fragmentaria breve de ciertos fragmentos de las obras de arte. Llevaremos en calidad del ejemplo los fragmentos de la interpretación de las obras de música de Beethoven e de Mozart. Incluso en estas descripciones breves es posible ver la distinción de las imágenes informativas-semánticas y musicales-semánticas que caracterizan la creación éstos dos los compositores geniales. Al fin y al cabo, todos los factores y los rasgos de una persona de los genios en sus combinaciones, ejercen la influencia fuerte sobre la originalidad del estilo de la creación, descubren la desemejanza esencial de la riqueza enorme de las estructuras semánticas reproducidas en su memoria.

El conjunto de todos los aspectos de las estructuras semánticas en la conciencia de los genios sirve de base de su capacidad selectiva con relación a la percepción de la información externa. Unas estructuras semánticas son rechazadas por la conciencia, les otros – por el contrario – se perciben por la conciencia, completan y desarrollan el conjunto interno de las estructuras semánticas. Este fenómeno de la selectividad de la conciencia es adecuado a la acción del filtro mental.

El filtro mental funciona en el campo de la mezcla continua de las estructuras externas e internas semánticas y en el campo del desarrollo de las estructuras internas. Hay una espiral original, la multitud de los factores que caracterizan la personalidad del genio, forman el conjunto de las estructuras semánticas. A su vez estas estructuras influyen en las aportaciones de estos factores, llevan al cambio de las aportaciones de los factores, provocando el desarrollo de las estructuras semánticas por la espiral. Hay un fenómeno de la adaptación y el desarrollo. La adaptación entre las partes del sistema mental en que se da a conocer la originalidad de la personalidad del genio, es aquello cauce de la creación, dentro de los límites de que él crea. En cuanto perturbe la adaptación de la mentalidad, perturbará la originalidad de la creación. La inspiración es el material que conexiona de todas las partes del proceso creador.

Describiendo «la Sonata de luna» de Beethoven, R. Rollan ha repartido los matices semánticos que caracterizan la personalidad del compositor y su expresión en la música. En la interpretación del escritor de sus pensamientos y los sentimientos provocados por música, es posible claramente observar la multitud de las nociones, palabras y de los sentidos que todo eso atan y que dan alguna representación sobre las partes de las estructuras informativas semánticas reproducidas en la conciencia del compositor. Sobre esta obra de Beethoven R. Rollan escribía: «en ella prorrumpen las explosiones, él (Beethoven) es sometido a todas las sorpresas inesperadas de la pasión... el sentimiento se demuestra aquí como el constructor potente… el pensamiento se levanta lentamente de su estado de abatimiento hasta la cima melódica. …para que baje ahora mismo en la noche inquieta… Un arrebato melódico, duro por el ritmo … muestra a Beethoven que está sofocado en el poder de la idea fija… el torbellino vertiginoso … la fuerza del alma domina sobre el dolor» (72, p. 237-244).

Si volvemos de nuevo a la idea del filtro mental en la mentalidad de la persona, en su complejo autónomo, vemos una confirmación de esta idea en la descripción por R. Rollan de «la Sonata de luna». El filtro mental está como sobre el soporte sobre las estructuras informativas semánticas, y ellas sobre las nociones que ligan por el sentido en estas estructuras. En esas palabras de R. Rollan se expresan las nociones y los enlaces, es decir, todo que es necesario para que cristalicen las partes de las estructuras informativas semánticas, y las estructuras informativas semánticas, a su vez, a través del sentido son ligadas con las estructuras musicales semánticas de esta obra musical.

R. Rollan escribía que la música de Beethoven es obligada por el éxito no tanto a maestría del pintor, cuanto las propiedades internas de su alma alta que conserva la armonía. Aquí algunos de los factores-ejes que caracterizan la personalidad de Beethoven: el sufrimiento, la desesperación, la revuelta, la pasión, la furia, la energía potente, el espíritu alto, el contraste, la lucha y su superación. Todavía una línea a la estructura informativa semántica que describe el carácter de la creación de Beethoven, podemos encontrar en la interpretación por Hector Berlioz de la sinfonía c moll de Beethoven. Aquí ciertas palabras-nociones: unos sufrimientos misteriosos, ensueños de noche, ímpetus entusiásticos, sentimientos desordenados, un gran alma en el poder de la desesperación, un delirio loco, unos gemidos estupendos, ensueños, suspiros penosos, sonidos discontinuos de la orquesta, un agotamiento completo, un diálogo que se extingue, una respiración del moribundo, una furia, un arranque de la furia, una masa de los sonidos que se estremece, dos flujos ardientes de la lava. Acabando la descripción de esta sinfonía, Hector Berlioz ha notado: «Digan, acaso este estilo apasionado no pasa de los limites en total; no está  más arriba que hasta ahora existía en la música instrumental!» (16, p. 206).

Una persona lejana de la genialidad de Beethoven, pero próxima a su tipo de la personalidad por la espiritualidad y en ciertas combinaciones de los rasgos de la personalidad, semejantes a los rasgos de la personalidad del compositor (el espíritu de revolución, la capacidad del sufrimiento, compasión, capacidad de sentir los sentimientos fuertes y etc.) se deleitará por la belleza y grandeza de su música, sentirá su armonía y energía. Las investigaciones filosóficas de R. Rollan de la música de Beethoven testimonian que por su naturaleza R. Rollan fue próximo al tipo de la personalidad de Beethoven.

Si la personalidad de Beethoven pudiéramos examinar desde el punto de vista de dos teorías opuestas de Freud y de Ádler, pudiéramos reconocer que la naturaleza de la persona se reflejaría más adecuadamente a través de la teoría de Ádler. Una de las distinciones más principales de estas teorías consiste en la comprensión de aquello cual papel de la tensión en la mentalidad de la persona. El principio básico de la teoría de Freud dice: la persona aspira al placer como al modo de la baja de la tensión en su mentalidad hasta el nivel mínimo. Esta tendencia corresponde al principio de la homeostasis. La idea sobre el equilibrio homeostático en la mentalidad de la persona presenta uno de los soportes principales de la teoría dinámica (psychodynamic) de Freud. En el contraste a Freud, Ádler ha puesto en la base de su teoría otro principio - «el principio de la aspiración a la superioridad y la perfección». Según el principio de Ádler, todo ocurre al contrario: la persona aspira apoyar la tensión en su mentalidad en lo más posible el alto nivel. Los rasgos de la personalidad de Beethoven, los rasgos de su carácter testimonian aquello que en la mentalidad del compositor predominaba la aspiración constante al crecimiento de la tensión. En la unidad armoniosa de la tensión se han unido el carácter apasionado de su naturaleza, el espíritu de revolución y la potencia del espíritu. La combinación única de estos rasgos de la personalidad y el don musical han creado esta unión de la armonía del estado mental y los ímpetus del alma; la unión, gracias a que, ha nacido la música.

La estructura musical semántica de la creación de Mozart es caracterizada por la multitud de otras nociones. P.I. Chaikovsky ha caracterizado la música de Mozart así: «la belleza altísima», «el dramatismo, la elegancia de las melodías, la simplicidad y la riqueza de la armonía». B. Kremnev, interpretando las últimas sinfonías de Mozart, describe las imágenes-nociones básicas, producidas a él por la música. La sinfonía № 40 (in G minor): «la verdad amarga de la vida, la lucha cruel por la existencia, la carga dura de las tristezas, la alarma». «Los compás primeros de la sinfonía, - escribe B. Kremnev, - sumergen en la atmósfera de la alarma y de la confusión … los lamentos insistentes apresurados emocionados… presagia la lucha … inclina dócilmente la cabeza … el tema angustiado … ». «La Segunda parte – imaginativamente líricos... los suspiros fáciles de los violines… ...la sonrisa se hace triste … ». «La tercera parte - el tema valiente del minuete expresa la voluntad a la lucha … enérgico … constante … severo … la decisión firme luchar … el paso marcado… el alma severa y hermosa de la persona … los vuelos sencillos y las incidencias… la lucha dramática en el final … la oleada de mar en la intemperie … se levanta la melodía frenética de los violines…» (42).

Confrontando la multitud de las imágenes-nociones que caracterizan los fragmentos de las obras de música de Beethoven y de Mozart, veremos que sobre el eje semántico dos multitudes de imágenes-nociones semánticas se encuentran en los lotes diferentes del eje semántico. Los soportes básicos semánticos de la música de Mozart: el carácter soñador y la belleza; el dramatismo de vida; la alarma y la tristeza. Los soportes básicos de la música de Beethoven: la oleada potente de la energía, el elemento de la lucha heroica; la oposición del elemento y la razón; la voluntad.

Como quiera que sea, la relación a la creación de estos dos compositores lleva el carácter casi religioso, pero, al fin y al cabo, del punto de vista de los aspectos separados de la psicología de la creación, cada uno de ellos creaba en el curso de este filtro mental semántico que fue propio a su personalidad. En respuesta a esta individualidad nace el estilo original de la creación. La originalidad de la creación es primera de las consecuencias de la identidad del filtro mental. En este filtro reconcentran las estructuras semánticas de los aspectos distintos.

Hasta ahora determinábamos la originalidad en no coincidencia alguna de los factores generalizados de la genialidad. Pero la región de la genialidad Q, limita la dispersión de los vectores de los factores generalizados de la genialidad. Sin duda, si dos vectores r1 y r2 se encuentran sobre las fronteras opuestas de la región Q, esto se refleja, por ejemplo, en el tipo de la actividad pensadora y en la percepción del mundo. Con tal distinción aquella persona, quién tiene la intuición más expresada, puede penetrar más profundamente dentro del fenómeno y, probablemente, hará por el intérprete de cualquier tendencia profunda pública, a distinción de una persona, quién tiene la capacidad de la visión intuitiva es más débil.

Con todo la función de los factores generalizados consiste en aquello que, en realidad, los factores generalizados sirven a los vectores de la originalidad (una combinación de los rasgos de la personalidad y los complejos personales). Sino también aquellos y otros vectores ejercen la influencia importante sobre la originalidad de las estructuras semánticas, y, por consiguiente, y a los productos de la creación.

La quinta fuente de la originalidad son los métodos individuales del estilo. Aunque cada persona talentosa e cada persona genial en el arte ha probado la influencia de los antecesores y estudiaba su estilo individual, pero si no buscase su vía en el arte, no se haría por el creador grande.

Es posible referirse al ejemplo del pintor grande alemán - al ejemplo de A. Dürer. Z. Nesselstrauß escribe sobre las búsquedas de suyo estilo original: «...la angulosidad gótica de los pliegues de vestidos fue en aquel tiempo fenómeno ordinario en el arte alemán». Sin embargo, como escribe el autor, el instinto fiel artístico le ha atraído hacia los trabajos de aquellos pintores en que arte, a pesar de que seguían la manera de los maestros famosos de su tiempo, aparecen los rasgos nuevos: «la movilidad de las figuras, la expresividad de los gestos, una variedad y el sistematismo del sombreado».

A. Dürer "La muerte de Orfeo "

A. Dürer "el Caballero, la muerte, el diablo" A. Dürer "Ángel"

Dürer formaba la técnica del dibujo y combinaba las técnicas diferentes (el dibujo a pluma, a carbón, a acuarela y etc.), al enriquecer la tradición del dibujo alemán (57, p. 7, 9).

La sexta fuente de la originalidad de las obras es la influencia del ambiente exterior sobre la creación, pues la vida y el arte del creador son ligadas y en mucho dependen del ambiente, precisamente por que a menudo la originalidad de la autoexpresión del pintor se hace el resultado de su relación al mundo de la tradición, por el resultado de sus relaciones con el mundo exterior y sus reacciones a los acontecimientos que ocurren en este mundo. Es interesante llevar el pensamiento de Lion Feuchtwanger que escribía sobre influencia del medio exterior a la creación del gran creador. En el libro «Goya» el escritor dibuja el cuadro de vida pública de la época en que creaba Goya: «los hombres de estado que están filosofando y los hombres de negocios codiciosos, los científicos tácitos y los charlatanes chillones de mercado, los sacerdotes ambiciosos y campesinos, pintores sensibles en todo hermoso y los lansquenetes sanguinarios obtusos - todos vivían juntos sobre el espacio limitado, empujaban, estrechaban uno a otro: y inteligentes, y estúpidos, y aquellos cuyo cerebro fue desarrollado poco probable más que el cerebro del hombre primitivo, y aquellos cuyo cerebro daba a luz los pensamientos que tal vez se hagan accesibles a la mayoría por la expiración todavía de un período glaciario; aquellos, quiénes fue marcado por las musas y susceptible a todo hermoso y aquellos que no tocaba el arte, encarnado en la palabra, en el sonido o en la piedra - enérgicos y activos, retrógrados y perezosos - todos respiraban por un aire, estaban en contacto uno con otro, se encontraban en la proximidad constante directa... Pocos inteligentes, dotados aspiraban adelante; la masa enorme de otros tiraba hacia atrás, se armaba contra ellos, encadenaba, mataba, por todos los modos - trataba de liberarse de ellos». Pero esos pocos dotados solos «iban adelante, por los pasos imperceptibles, recurriendo a diferentes subterfugios, consintiendo a víctimas de todo género, y llevaban detrás de sí y por lo menos un poquito apretaban adelante toda la masa. Los ambiciosos limitados, aprovechando el estancamiento y la tontería de la mayoría, trataban de conservar los establecimientos decrépitos» (85, p. 374).

Con el carácter y con el dramatismo de ciertas situaciones vitales es ligado el complejo complicado de los sufrimientos mentales, pero a veces estos sufrimientos crean el suelo necesario para el vuelo de la inspiración, por eso la séptima fuente de la originalidad de la creación hace falta buscar en las colisiones del destino del creador. Irving Stone escribe en su novela «Lust for life» sobre la vida, creación e tragedia de la soledad de V. Van Gogh. Estamos leyendo el diálogo entre Van Gogh y el pintor Weisenbruch:

«La miseria arruina a la persona (dice Van Gogh).

- Sí. Arruina de las débiles. Y de las fuertes nunca! Si le arruina la pobreza, significa Usted persona débil, lo merece.

- ¿Y no mueve Usted los dedos para ayudarme?

- No, hasta si convenzo que Usted un gran pintor en el mundo. Si una persona puede ser matado por hambre y por sufrimiento, esto significa, no merece el salvamento. Solamente para aquellos pintores hay un lugar sobre la tierra a quiénes no pueden arruinar ni el dios, ni el diablo mientras que no han hecho todo esto que deben hacer.

- Pero hambreo ya muchos años, Weisenbruch. Vivía sin techo sobre la cabeza, vagaba bajo la lluvia y la nieve casi desnudo. Estaba acostado en la fiebre, solitario y abandonado. Esto todo he probado ya, eso no me aprenderé aquí.

- Usted apenas ha tocado de los sufrimientos, Vincent. Eso apenas el comienzo. Digo a Usted, el dolor es la única cosa en el mundo que no tiene el fin. Y ahora vaya y tome Usted un lápiz. Cuanto más fuerte Usted sufrirá del hambre y de las privaciones, tanto mejor trabajará.

- Y tanto más bien el público rechazará mis dibujos!

Weisenbruch se ha echado a reír alegremente. - Y bien, rechazará claro! De otro modo y ser no puede. Y esto bueno también para Usted. Eso le hará aún más infelizmente. Y vuestra tela siguiente será aún más perfectamente que anterior. ¡Si Usted sufrirá del hambre y de las privaciones, à su trabajo denigrarán y despreciar hace mucho, al fin y al cabo, Usted podrá crear, note, hablo, podrá crear, y no creará a tal obra que no la dará vergüenza colgarla cerca de las telas Jan Sten o Veisenbruh! Si ahora presto a usted de dinero, le robaré, le privaré de las posibilidades para la inmortalidad» (78, p. 199).

La originalidad del estilo creador del pintor nace como la síntesis de una fila de las condiciones diversas mentales en la actividad. La multitud de los factores expresados significativos individuales crean las condiciones para el desarrollo único de las estructuras semánticas en la conciencia y en el inconsciente del autor. La originalidad del estilo del genio es la síntesis de los factores diferentes: de la época, del ambiente social, del tipo de la personalidad, de los rasgos del carácter, de la vida mental y etc. La unificación de estos factores a través de las aportaciones de sus proyecciones por los ejes homónimos, crea el vector de la originalidad.

Todos los epígonos se parecen uno a otro y no pueden salir del cauce dado por cualquier gran creador, e incluso las combinaciones distintas de los rasgos de su personalidad no se hacen por fuentes de la idea extraordinaria en la creación.

La originalidad del estilo creador es elaborada durante algún período del tiempo - incluso toda la vía creadora, pero el estilo creador durante la vida casi siempre. El estilo creador (manera creadora) de todos los genios se cambian e evolucionan durante su vida. Así, la creación temprana de Verdi («Nabucco») y la creación tardía («Otello») son dos polos opuestos. Primero polo esto la belleza de las melodías y la elevación (como caracterizaba Verdi su creación temprana), segundo polo esto el relieve y la dinámica (dinamismo) de las situaciones dramáticas en el desnudamiento máximo de las pasiones humanas, la unidad del drama y la música.

No hay prueba más convincente de la evolución del estilo creador del genio y su dependencia del estilo de vida que el cambio de las miradas y la tendencia general de las obras del arte de L. Tolstoi. El pintor Tolstoi en la primera mitad de su vida creadora en absoluto no aquello pintor Tolstoi que en la segunda mitad de su vida. S. Zweig escribía que Tolstoi no creaba nunca en el espíritu fantástico, no creaba a los mundos fuera de los límites de nuestro mundo, reflejaba sólo realidad. A distinción de Dostoevsky, las personas de Tolstoi con el ruido y los gritos no «salen a la arena de sus pasiones», «cuando narra Tolstoi, - escribe Zweig, - su respiración no es audible». Pero aquí está aquella faceta, donde difieren los espacios de los sentimientos y de las sensaciones de los héroes de Tolstoi y de Dostoevsky. Pero en la segunda mitad de vida de Tolstoi, - escribe Zweig, - se despierta «el deseo de cambiar la vida, corregir a las personas, darles el consuelo como un ideal moral, crear un reino celeste del alma para su carne deslucida y paralizada físicamente».

 

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